¿Qué son los microplásticos y de dónde provienen?
Los microplásticos son trozos muy pequeños de plástico que contaminan el medioambiente. En cuanto a su procedencia, existe una alta variedad de materiales que pueden acabar transformándose en microplásticos, por ejemplo, algunos de los más relevantes son: los neumáticos, los deshechos plásticos de uso cotidiano, la ropa, los productos cosméticos o de limpieza, los procesos industriales, entre muchos otros. Se calcula que entre el 2% y el 5% de todos los plásticos fabricados termina en los océanos y muchos de estos son los microplásticos que acaban en nuestra comida.
Por el momento, no se ha llegado a un consenso oficial internacional que ponga en común sobre a partir de qué tamaño se puede considerar que un trozo de plástico es un microplástico. Lo más aproximado que tenemos en cuenta actualmente, es la descripción de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), que clasifica como microplásticos a aquellas piezas de plástico de menos de cinco milímetros de diámetro.
9 Medidas para evitar los microplásticos en los alimentos
Es difícil evitar al 100% el consumo de microplásticos que llegan a nuestros alimentos, pero sí que podemos modificar pequeños comportamientos y prestar especial atención a diferentes acciones cotidianas. Por regla general, lo ideal es que no consumas productos hechos de plástico o evitar todo lo posible los plásticos de un solo uso.
Nuestra propuesta de acciones que pueden ayudar a evitar los microplásticos en los alimentos.
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- Lleva contigo una botella de agua reutilizable no plástica.
- Conserva algunas bolsas reutilizables en casa, en el trabajo y en tu bolso. También es recomendable llevar contigo bolsas reutilizables más pequeñas para frutas y verduras.
- Si te preparas comida para comer en el trabajo, consérvala en recipientes reutilizables que no sean fabricados con plástico.
- Olvídate de las pajitas de plástico y sustitúyelas por una versión metálica u orgánica; actualmente ya existen ambas opciones.
- Opta por envases sin plástico (plastic-free) en la medida de la posible. A su vez, recicla el plástico que generes y también reduce su uso en la medida que te sea posible. Por ejemplo, hemos descartado el plástico en todos nuestros productos de De la Conca. Si quieres ver un ejemplo de packaging plastic free, puedes encontrarlo en nuestras infusiones totalmente libres de plástico.
- Usa una taza reutilizable no plástica para tu café o té.
- No arrojes desperdicios a las calles. De una manera más directa de la que pensamos, muchos microplásticos acaban en el mar, ríos u océanos.
- Evita el uso de sartenes antiadherentes recubiertas de teflón.
- Si te gusta la pesca, recuerda regresar a casa con todo tu equipo sin dejar microplásticos en el mar o en la playa.
¿Cómo evitar los microplásticos en los alimentos con estas medidas? Estas solo son algunas recomendaciones básicas que puedes aplicar en tu día a día. Si se tienen en cuenta estos consejos, realizando pequeños cambios se puede generar un gran impacto positivo en el medio ambiente y finalmente, en la comida que se ingiere.
¡No te olvides de consumir productos plastic-free!
La realidad sobre los microplásticos hoy en día
En los últimos años, el conocimiento de la existencia de los microplásticos ha pasado a ser un problema serio para la sociedad. Debido a su tamaño, en muchos casos prácticamente imperceptible, se hacen imposibles de eliminar por los sistemas actuales de filtración de agua.
Como consecuencia de este problema, la realidad es que hay una alta cantidad de microplásticos en el mar y en la naturaleza en general, terminan en ríos, mares, océanos, cuencas de los ríos, arenales y finalmente en nuestra comida. Lamentablemente, estos microplásticos finalmente acaban en peces, aves y otras especies marinas los ingieren.
Efectos en nuestra salud
Es un problema muy grave para el medio ambiente y para nuestra salud, pues una parte importante de los alimentos marinos que ingerimos (pescado o la sal marina) pueden contener microplásticos. Realmente es muy difícil controlar y evitar los microplásticos en los alimentos, esto significa que indirectamente, cada día ingerimos bacterias y sustancias tóxicas derivadas del plástico. A pesar de que todavía se desconocen los verdaderos efectos de los microplásticos en la salud, estos pequeños plásticos contienen diversas sustancias químicas, muy perjudiciales para personas y animales.
Tipos de microplásticos en función de su procedencia
Sabemos qué son los microplásticos, pero podemos clasificarlos en las dos siguientes categorías según su procedencia para saber cómo se generan:
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Microplásticos primarios:
Son las partículas lanzadas directamente al medio ambiente. El principal origen de este tipo proviene del lavado de la ropa sintética, que se estima que origina el 35% de estos microplásticos. Otra gran parte procede del roce de los neumáticos con el asfalto, representando el 28%.
Se estima que los microplásticos primarios representan entre el 20% y el 40% de todos los microplásticos presentes en los océanos.
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Microplásticos secundarios:
Este otro tipo incluye los que surgen de la degradación de grandes objetos de plástico, como bolsas, botellas o redes de pesca. A su vez, se estima que estos representan entre el 60% y el 80% de microplásticos que se encuentran en los océanos.
La reducción de la contaminación plástica requiere una gran implicación, tanto por parte de gobiernos, como por parte de las empresas. Individualmente, también podemos contribuir en nuestro día a día y evitar la creación de nuevos.
Sé proactivo/a, asume tu responsabilidad y cambia tu actitud ante este problema. Para cumplir nuestro objetivo de ofrecer productos ecológicos saludables para consumidores conscientes, en De la Conca utilizamos packaging eco-diseñado sin plástico a través de una cadena de suministro social y ambiental responsable.
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